La legionella es una bacteria que en determinadas situaciones puede ocasionar graves problemas de salud pública. Te contamos cuales son sus causas, sus sintomas y su tratamiento, así como la importancia de la prevención de legionella.
La legionelosis debe su nombre a un brote de neumonía que sufrieron los participantes de una convención de la Legión Americana en Estados Unidos en los años setenta. La bacteria que la causa crece en medios acuáticos estancados y se dispersa por el aire en forma de aerosol a partir de duchas, torres de refrigeración o sistemas de riegos por aspersión, entre otros.
«Por nuestro trabajo es un tema en el que tenemos una gran experiencia. Controlamos y supervisamos instalaciones susceptibles de ser colonizadas por las bacterias de la legionella. «
¿Dónde se halla esta bacteria?
La Legionella se encuentra de forma natural en ríos, lagos y riachuelos.
La principal fuente de contagio son los sistemas de distribución de agua de los grandes edificios como hoteles y hospitales. Hasta ahora se ha creído que las torres de refrigeración constituían la principal fuente de Legionella, pero nuevos datos sugieren que este modo de transmisión se le ha atribuido más papel del que en realidad tiene.
Otras fuentes de contagio incluyen los humidificadores, las fuentes termales y las máquinas de vaporización.
La Legionella es un tipo de bacteria que se halla naturalmente en los ambientes de agua fresca, como los lagos y los arroyos. Se puede convertir en una preocupación de salud cuando se multiplica y propaga en los sistemas de agua artificiales de los edificios, por ejemplo:
¿Cómo reconocer la legionela?
Se presenta de dos formas distintas. En la primera de ella, conocida como la fiebre de Pontiac, los síntomas son fiebre elevada, cansancio, tos seca y congestión nasal. En estos casos, los enfermos pueden llegar a confundir sus síntomas con los de la gripe, e incluso, pasar la legionela sin enterarse.
La segunda forma en la que se presenta es más grave y se conoce como enfermedad del legionario. Los enfermos sufren fiebre elevada -con más de 39 grados-, dolor de cabeza, tos seca o incluso con algún resto de sangre, dolor toráxico, molestias digestivas -nauseas, diarreas, vómitos-, cansancio y dolores musculares. Las personas de edad avanzada puede incluso vivir episodios de confusión.
¿Cuáles son los síntomas de la legionelosis?
El principal problema surge cuando la persona que contrae la legionelosis padece alguna otra enfermedad que puede verse seriamente agravada por la coexistencia de ambas. Por ello, la correcta limpieza y desinfección de todos los elementos que pueden contener la bacteria en un asunto fundamental desde el punto de vista de la salud pública.
El periodo de incubación de la legionella (es decir, el tiempo que tardan en aparecer los primeros sintomas desde que se contrae) entre dos y diez días. En los primeros días, el enfermo puede sentirse especialmente débil y cansado. Los síntomas de la legionelosis pueden ser muy variados, en función las características de la enfermedad contraída, pudiendo ser entre otros: dolores articulares, cefalea, tos, fiebre, cansancio, diarreas, expectoración, etc.
En cuanto al tratamiento, éste debe iniciarse en el momento que se tengan sospechas de padecerlo, ya que así los riesgos serán menores. Generalmente se utilizan antibióticos para tratar la legionella, y la duración del tratamiento si no hay complicaciones suele oscilar entre 7 y 10 días.
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